Durante mi infancia me fui de vacaciones decenas de veces. A veces una semana, a veces 15 días, a veces con suerte un mes. Casi siempre al mar, pocas veces a las montaña, nunca a la nieve. Nos quedábamos en hoteles, cabañas o posadas, a veces teníamos el desayuno incluido, otras veces cocinábamos nosotros. Nunca hicimos un tour y la mayoría de las veces teníamos un vehículo propio que nos permitía movernos con libertad. Éramos mi mamá, mi papá, mi hermana y yo: un equipo viajero perfecto (y ahora que lo pienso, ellos tienen gran parte de la culpa de que a mí me encante viajar). Para mí, ese modo de viajar era el normal: había 15 días al año que estaban reservados para irse a visitar lugares desconocidos usando el dinero ahorrado durante el año laboral. “Viajar” era sinónimo de “irse de vacaciones” y así lo entendí y lo viví durante los primeros 22 años de mi vida.
Nuestras vacaciones en suelo Brasilero |
Mi hermana no tiraba el choclo ni para la foto Y la pelota de futbol siempre ahí cerquita... |
Vacaciones de Invierno en Córdoba, Observación; Mi papa con la misma campera, que en la foto anterior y yo en mi época de los flequillos flogger |
Una vez me pregunto un amigo, ¿Qué fue lo que te impulso a viajar solo? Y la verdad es que no hay una respuesta para esa pregunta; simplemente surgió. Estaba en mi trabajo rutinario, el otro trabajo, el que guste o no, me ayudo en gran parte y hablo de lo económico, en poder concretar mi sueño de viajar. Cuando un jefe me dice, vos tenes que viajar solo y tenes que irte a Bahía, en Brasil. No lo pensé ni 2 veces. Investigue, justo coincidía que estaban los juegos olímpicos del 2016, y me lance. Reserve 1 semana en Bahía y otra en Rio para poder ver los juegos olímpicos, recién ahí avise en el trabajo que en agosto me iba para Brasil.
Llegar y tomar guaraná, es sentir que llegaste a Brasil. |
En mis 22 años de
vida, me pasaron muchas cosas, lindas, alegres, y no tan alegres. Me sentía
vivo y en más de una ocasión me sentí feliz, pero debo confesar que en Brasil, o
mejor dicho cuando puse un pie en el aeropuerto de Salvador de Bahía, recién
ahí me di cuenta de cuán extra-ordinaria (palabra entendida como “fuera de lo
ordinario, de lo considerado normal”) pasó a ser mi vida a partir de ese
momento.
En el hostal "Che Lagarto de Salvador de Bahía" mi primer desayuno viajando solo, aunque debo decir que uno nunca esta solo |
Durante esos días
en la playa brasilera volví, como en un círculo, al inicio de todo y me
reencontré con mi versión adolescente. Vi a ese chico que soñaba con viajar y
vivir pero no se animaba porque no creía que fuera posible. Vi a la realidad
que me rodeó durante muchos años y que me hizo creer que una vida así demandaba
muchísimo dinero. Vi a toda esa gente que me encontraba 15 días al año, durante
cada vacación, en la misma playa. Me vi a mí mismo fingiendo tener un sueño más
común, como ahorrar para mi primer auto o mi casa propia, me vi y entendí que
en realidad secretamente soñaba con ser viajero y recorrer el mundo entero. Me
vi a mí mismo incomprendido, rodeado de personas que me trataban de loco, de
vago, de soñador, de no saber cuáles son las prioridades de un pibe de 22 años.
Me vi solo, con miedo y a la vez con determinación.
Gamboa; en morro de sao pablo (Bahía) Una de las playas con mas encanto |
Ipanema, Y en los auriculares sonando; "Garota de Ipanema" muitas saudades |
Podría hablar de Bahía, de Rio de Janeiro, Podría hablar de lo que significa viajar solo, podría desasnar cada momento y experiencia magnifica. Pero lo dejare para los siguientes post, ahora seguiré contando mi primera vez…
Lo más lindo de este viaje, mi primer viaje, fue que me di cuenta de que yo ya no pertenezco a esa playa, ni a esos 15 días, ni a ese modo de viajar. Fue como si hubiese vuelto a los 20 y una vidente brasilera me hubiese leído la mano en la playa y me hubiese dicho: “Querido, no sufras, dentro de unos años tu vida va a ser totalmente distinta, te lo aseguro”. Aunque en portuñol sonaría algo así: “Minino, voce nao tem que sofrir mais, em unos anos sua vida sera totalmenchi distinta, eu te asseuro!” (Están autorizados a corregirme).
Este primer viaje a Brasil fue un desenchufe raro. Por un lado descansé un montón, no puedo
negarlo. El mar me devolvió el alma al cuerpo, necesitaba zambullirme en el
agua. Y por otro, me inspire más que nunca. Me sentí muy inspirado con el mar
tan cerca, con la naturaleza a mi alrededor, con la arena en los pies y el aire
alegre de Brasil. Y me di cuenta de que a la vidente brasilera le faltó decirme
algo: “Minino, tu existencia va a ser distinta porque nunca más vas a poder
separar la escritura de los viajes ni los viajes de la vida. Voce nunca más se
irá de vacaciones, voce viajara constantemente”.
Y así fue, a los
4 meses, estaba de vuelta en Brasil, de vuelta en Bahía, a los 3 meses de esa
segunda última vez, volví a Rio, volví a Bahía y créanme que a partir de ahí
nunca mas hubo una ultima vez, porque no pare de viajar y nunca mas volví a ser
el mismo. El corazón descubrió otro tipo de felicidad y cuando el corazón
descubre que hay una felicidad tan simple y tan linda, late de una manera
incontrolable que no podemos controlar.
Y seguramente fue
esa misma vidente brasilera la que me empujó a entrar a un kiosco de revistas
en Morro de Sao Pablo en Bahía y revisar la selección de libros en castellano
(como si ya no tuviese suficientes cosas que leer) y encontrarme con una
contratapa que me hablaba directamente a mí (“Este es un libro dedicado a los
viajeros, a quienes entienden el viaje no como huida sino como un modo de
conocerse a sí mismos; a quienes creen que a viajar se aprende, como se aprende
a leer, a amar, a morir”) y comprar el libro aunque estuviese cerrado con un
plástico y algo “oxidado” por la humedad, comprarlo aunque no conociese al
autor ni de nombre y ponerme a leer en la playa y asentir cada cinco minutos
sintiéndome totalmente de acuerdo con cada una de sus palabras y descubrir que
en realidad siempre supe lo que quería ser cuando fuera grande, simplemente
tenia miedo de animarme.
A veces no somos conscientes de las maravillas
del mundo, hasta que las vemos con nuestros
propios ojos
Si esa vidente
existiera en algún lugar perdido de Brasil, yo le hubiese dicho: “¡Déjeme en
paz, vidente loca! No sé de qué me está hablando. Yo lo único que quiero es
viajar.”
Que maravilloso poder tener tantos recuerdos d los viajes realizados-Tu 1er.viaje lo realizadores estando en la panza d tu mamá, junto a nosotros"tus abuelos" e hicimos más d 10 viajes-nueztro destino Brasil (Praia d los Ingleses y ahí a recorrer todas las playas habidas y x haber- nuestras vacaciones eran d un mes(Que tiempos aquellos)a veces íbamos y veníamos juntos en nuestro coche y a veces íbamos juntos y Vds.volvian en avión, otras veces Vds.iban a otra Playa, pero siempre terminaban con nosotros-Recuerdos lejanos, pero inolvidables!!!Estando en la panza d tu mami un año festejamos Navidad y Año Nuevo y nos divertimos mucho!!! Viajar es lo más lindo que nos puede pasar-"VIAJAR ES UN PLACER" mientras puedas no deje a d hacerlo!!!Conocer otras culturas es emocionante-yo lo hice sola y a veces con una amiga!!! Adelante con tus viajes-tenes mucho tiempo-el VIAJAR aparte d disfrutar t enseña!!!! ADELANTE X MUCHOS VIAJE A MÁS!!!!
ResponderBorrar👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 Tan sentido.. tan real! Me encanto
ResponderBorrarWoou!! Lo describiste tal cual! Viajar es encontrar magia en cada lugar✈❤! Este post es muy genial!✌
ResponderBorrarMuy bueno tu contenido,me aprecio genial la idea de hablar de tu primer viane,muy interesante. Dale para delante te deseo muchos exitos.
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